Muchas personas con enfermedades pulmonares crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, también conocida como EPOC) pueden ser candidatas a la oxigenoterapia suplementaria. La prescripción de oxígeno a domicilio tiene muchos beneficios, como la mejora del estado de ánimo, el sueño, la calidad de vida y la prolongación de la supervivencia.
La pieza central de la terapia de oxígeno en casa es el concentrador de oxígeno estacionario. Los concentradores de oxígeno aspiran aire, lo comprimen y aíslan el oxígeno para suministrarlo a través de una cánula nasal, el tubo que se coloca sobre las fosas nasales. Un concentrador de oxígeno es capaz de producir un suministro interminable de oxígeno purificado (90-95%) para satisfacer las necesidades de las personas con enfermedades pulmonares crónicas.
Aunque la mayoría de los concentradores de oxígeno son resistentes, deben cuidarse correctamente. La limpieza y el mantenimiento regulares contribuirán en gran medida a obtener el mejor rendimiento y a prolongar su vida útil. Después de todo, un concentrador de oxígeno es una inversión costosa en equipo médico.
A continuación encontrará instrucciones paso a paso sobre cómo limpiar un concentrador de oxígeno y consejos adicionales para mantener el flujo de oxígeno saludable.
1. Limpie el exterior del concentrador de oxígeno
- Comience por desenchufar el concentrador de oxígeno de su fuente de alimentación
- Sumerja un paño suave en una solución de jabón lavavajillas suave y agua tibia
- Apriete el paño hasta que esté húmedo y limpie el concentrador
- Enjuague el paño y elimine el exceso de jabón en el concentrador
- Deja que el concentrador se seque al aire o con un paño sin pelusas
2. Limpiar el filtro de partículas
- Comience por retirar el filtro siguiendo las instrucciones del fabricante
- Llene una bañera o fregadero con agua tibia y un jabón lavavajillas suave
- Sumerja el filtro en la solución de la bañera o el fregadero
- Utilice un paño húmedo para eliminar el exceso de suciedad y polvo
- Aclare el filtro para eliminar el exceso de jabón
- Deje que el filtro se seque al aire o colóquelo sobre una toalla gruesa para que absorba el exceso de agua
3. Limpiar la cánula nasal
- Sumergir la cánula en una solución de jabón lavavajillas suave y agua tibia
- Enjuague la cánula con una solución de agua y vinagre blanco (10 a 1)
- Aclare bien la cánula y cuélguela para que se seque al aire
Consejos adicionales
- Evite utilizar un concentrador de oxígeno en un entorno polvoriento
- Utilice un estabilizador de tensión para compensar las fluctuaciones de tensión
- Deje descansar el concentrador entre 20 y 30 minutos después de un uso continuado durante 7 u 8 horas
- No sumerja el concentrador en agua
- La mayoría de los fabricantes recomiendan limpiar el filtro de partículas al menos una vez al mes
- La mayoría de los expertos recomiendan limpiar el exterior del concentrador y los filtros externos (si procede) semanalmente
- Utilice alcohol para limpiar diariamente el tubo conectado a la cánula nasal
- Sustituya las cánulas nasales y los tubos mensualmente si utiliza oxígeno de forma continua o cada dos meses si utiliza oxígeno de forma intermitente
- Asegúrese de que el filtro de partículas esté completamente seco antes de volver a colocarlo
- Consulte el manual del propietario para conocer los intervalos de mantenimiento recomendados para el concentrador
- Sustituya las pilas si observa que no mantienen la carga como antes
- La mayoría de los expertos recomiendan que el concentrador tenga de 1 a 2 pies de distancia de las paredes
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